A veces el amor se equivoca
El pasado 2 de mayo sembré un palo de limones que me regaló mi hermana hace casi un año. Por pereza lo había dejado en mi balcón. El palo había crecido y estaba hermoso. Decidí sembrarlo porque el tiesto en el que estaba se le estaba quedando pequeño y me estaba reclamando un mejor espacio para crecer. Sentí que debía sembrarlo en el patio porque de esa manera le daría la oportunidad de desarrollar su potencial... pensando que si es un árbol merece ser plantado en tierra y brindarle la posibilidad de desarrollar sus raíces tierra adentro y crecer en su máximo desarrollo. Eso fue lo que pasó el 2 de mayo, lo sembré y me sentí orgullosa de haber participado en su rito de paso a un desarrollo mayor... al menos eso pensaba yo.
Hoy tuve que resembrarlo en un tiesto y devolverlo al balcón del cual lo saqué. El árbol no resistió el embate del sol, a pesar de que lo regué cada noche... ahora lo tengo en intensivo rogándole que me permita cuidarlo hasta devolverlo a salud. Cuántas veces no lastimamos aquello que amamos, pensando que es razonable exponerle a cambios o a expectativas de crecimiento para las cuales no están list@s o para las cuales carecen de las herramientas para enfrentarlas. El amor no es infalible... en nombre del amor muchas veces fallamos y herimos. Lo importante es tener el valor de admitirlo y enmendar el daño.
Na' reflexionando yo acá...
Ceci