Desde la soledad del COVID
Darwing nos planteó, cómo la sobrevivencia de las especies estaba vinculada a su capacidad de adaptarse. Hoy, más de 200 años después, lo estamos viviendo de manera contundente tod@s. Tal parece que nuestra sobrevivencia depende de que nos adaptemos a un nuevo ritmo de vida, a nuevas logísticas para manejar nuestras necesidades, a nuevas maneras de relacionarnos. Nos exige que nos quedemos en nuestras casas y no nos expongamos a un virus que es caprichoso, que ataca de manera inconsistente... que a unos les perdona y a otros les destruye... un virus que por no comportarse de manera estable, es impredecible y por ende dificulta el encontrar su cura o establecer protocolos eficientes de manejo.
Los que no tenemos el don de ciencia, nos toca confiar y apoyar a nuestros médicos. Mientras tanto, en lo que te quedas en tu casa y evitas ser un contagiad@ más, bregas con la batalla interna de tus frustraciones, tus anhelos, tus miedos, tus alegrías, tus inseguridades, tus sueños, tu ansiedad o tu depresión... La vida ajorada y cargada de cosas que nos mantenía distraíd@s y desenfocad@s de nosotr@s mism@s ha hecho silencio y nos ha dejado inevitablemente sol@s con nuestras realidades.
Eso puede parecer terrible... mirar lo que hemos evitado mirar. Sin embargo, esta experiencia podría ser el principio de un cambio, la génesis de un nuevo diseño que te lleve a una vida de la que no sientas la necesidad de distraerte. Este podría ser un tiempo útil para evaluar y tomar decisiones, para aclarar sentimientos, metas en la vida, intenciones en relaciones, áreas de crecimiento personal, mejoramiento económico, reconexión espiritual, etc.
Un@ puede vivir el momento y dejarse llevar a ver qué sucede en la vida o decidir diseñar lo que desea que suceda en su vida y establecer los pequeños pasos que te llevarán a lograrlo. Al igual que con el Covid, la responsabilidad sobre cómo enfrentamos y manejamos los retos es individual y así también los resultados que obtenemos. La adaptación va de la mano con creatividad, iniciativa y fuerza generatriz. Qué bueno sería que el producto final de esta pandemia fuese salud, nuevos y mejores diseños para tod@s... incluyendo la Naturaleza
Ceci