Una esperanza viva

El ser humano precisa de ritos que pauten significado a la vida. Es como jugar un juego que da estructura y dirección, le da sentido a estar viv@s. Por ejemplo, la celebración del cumpleaños como pauta que marca el crecimiento y el desarrollo, la graduación que marca el progreso educativo, etc. Más allá de los intereses económicos capitalista que están detrás de estos ritos, hay un componente emocional que nos nutre, nos hace sentir que logramos algo, que avanzamos y que hay progreso. Nos motivan a soñar y a luchar para llegar a ellos con un buen rendimiento.

Celebrar el fin de año es uno de ellos. Se ha creado el rito de detenerse a evaluar logros y a establecer nuevas metas... hasta se le confiere un sentido mágico a ese minuto que existe entre las 11:59 del 31 de dic y las 12:00 del 1ero de enero... a su capacidad de dejar atrás lo malo y traer cosas buenas. Para muchas personas les genera esperanza de cambio, a otras les confiere el valor para tomar decisiones y cerrar o abrir capítulos.

El 2020 ha sido un año de muchos retos a nivel mundial. El juego de la vida sacó su artillería pesada y nos puso contra la pared... nos obligó a mirar para adentro en búsqueda de nuestras mejores herramientas... y en muchas ocasiones, como diría mi amiga Dory Arocho , en nuestra desesperación, nos obligó a agarrarnos de un chorro de agua. Como a Job, nos llevó a perder salud, bienes materiales, seres queridos, estabilidad económica, socialización saludable. Nos fomento el mal sabor del desasociego y la incertidumbre.

El 2021 traerá 365 días, cada uno de ellos marcará las 11:59 en camino a las 12. Cada día será una oportunidad para evaluar lo logrado y proponer metas nuevas. ¿Será fácil? ¿Será difícil? ¿Habrá salud? ¿Nos podremos abrazar? Quién sabe... Lo que sí sabemos es que cada día traerá una nueva oportunidad para decidir construir lo mejor que podamos construir. Que no importa las circunstancias externas que no podemos controlar, cada día somos dueñ@s de nuestras actitudes y nuestras respuestas a lo que sucede. Mientras seleccionemos la gratitud, el servicio, el amor, la colaboración, el respeto, la empatía, el esfuerzo genuino y la lucha por aportar positivamente a este juego de la vida, el 2021 será un mejor año... no importa lo que suceda. La esperanza de un 2021 mejor no es mágica, está en nuestras manos construirlo.

¡Felicidades!

Ceci

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